sábado, 2 de julio de 2011

ENSALADA DE CUSCUS Y COCO CON NARANJA Y ALBARICOQUES / LOS NIÑOS EN HEBRÓN

En Madrid, los niños juegan en los pasillos de los centros comerciales.

En Nablus, los niños juegan bajo los altares en memoria de los suicidas de la Segunda Intifada.

En Hebrón, los niños juegan en los patios traseros de sus casas, porque no pueden jugar en la calle, en algunas calles está prohibido el paso a los palestinos.

En Madrid, Mario, con 12 años, quiere ser Messi.

En Hebrón, Yusef, con 12 años, quiere ser Bojan (dorsal 11 del Barça)


En Hebrón, Ahmed, que tiene 12 años, lleva ladrillos a la obra en la que trabajamos los cooperantes internacionales, porque sabe que es nuestro regalo para ellos.

En Madrid, Pablo, que tiene 9 años juega al veo veo con sus padres.

En Jerusalén, algunos niños son retenidos y cacheados, humillados, interrogados y maltratados en los checkpoints. Los soldados que lo hacen no tienen más de 21 años.

En Hebrón, un niño de 5 años en Abraham Avinue lanza piedras a un anciano palestino.

En Madrid, a María, de 6 años no le gusta comer guisantes ni ir al colegio.

En Hebrón, una niña de 5 años quiere ayudar a los internacionales a llevar ladrillos hasta la obra del centro comunitario donde aprende inglés. No quiere ir si no le damos un trozo de ladrillo para que lo lleve.

En Hebrón, hay niños hijos de colonos que son entrenados por sus padres para cometer aquellos delitos contra los palestinos por los que nunca serán condenados - son menores de edad. 

En Europa, la mayoría de mis amigos tienen problemas para que sus hijos dejen de jugar a la Nintendo antes de cenar.

En Hebrón, hay niños palestinos que nos ayudan en nuestro trabajo en la obra. Para ellos es una diversión.

En Jerusalén hay niños que asisten al colegio acompañados por un soldado. La paranoia es el mejor remedio contra la verdad.

En Madrid hay niños que faltan a clase y se van a los recreativos, a darse los primeros besitos y a beberse las primeras cervezas, a fumarse los primeros cigarrillos.

En Jerusalén hay niños palestinos que acuden a un centro comunitario para aprender dirección de cine. Estos niños me cuentan que la Universidad es muy cara para ellos, y que aprenden todo lo que pueden y está a su alcance, porque no tienen muchas oportunidades de hacerlo.

Los niños del centro comunitario HEB2, en Hebrón, nos han regalado esta visión del mundo.

ENSALADA DE CUSCUS Y COCO CON NARANJA Y ALBARICOQUES

 


INGREDIENTES


Cuscus precocido, 350 gr
Orejones de albaricoque, 175 gr [usar unos que no necesiten remojo]
Cebollino fresco, un manojo pequeño
Coco rallado, 2 cdas [15 grs]
Canela en polvo, 1 cta
Sal, pimienta, menta fresca

Aliño:
Aceite de oliva, 1 cda
Zumo de naranja, 2 cdas
Ralladura fina de naranja, ½ cta
Mostaza de grano entero, 1 cta
Miel, 1 cta
Menta fresca picada, 1 cda


PREPARACIÓN

El cuscus se prepara según las indicaciones del fabricante, y se reserva en la nevera hasta el momento de usarlo. Lo más adecuado es cocerlo al vapor.

Una vez frío el cuscus, preparamos el aliño batiendo todos los ingredientes hasta que queden bien integrados, lo ponemos sobre el cuscus y lo mezclamos bien.





Cortamos los orejones en tiras finas, y los añadimos al cuscus junto con el cebollino, la canela y el coco rallado, salpimentamos y espolvoreamos menta fresca por encima.

Esta ensalada se deja reposar en la nevera al menos una hora para que los sabores se asienten y se sirve muy fría, aunque también se puede tomar caliente si se desea. No debe servirse tibia o a temperatura ambiente, porque los sabores no destacarían.

 

Fuente: Platos ligeros, de Parragon

domingo, 12 de junio de 2011

MAKLOUBEH, MAQLUBA ... Y DOS LADOS DE UN MURO


Foto: Santiago Donaire

A un lado del muro, una estructura infinita y gris, al otro, un pequeño murete de piedras rojizas que parecería una tapia de un colegio.

A un lado del muro, la tierra prometida, al otro lado del mismo muro... el infierno cumplido.

A un lado del muro, Alá, su hija enferma del corazón - al otro, el hospital

A un lado del muro, la colegiala de 6 años que asiste a clase con un soldado al lado, al otro el niño palestino que juega a la guerra

A un lado del muro, el soldado de izquierdas que protege a un niño judío, al otro lado, su conciencia

A un lado del muro, un soldado cumple con su deber ... en el mismo lado, en Hebrón, un soldado protege a los judíos que atacan a los árabes ... ¿hay otro lado?

A un lado del muro, 760 kms previstos de hormigón armado ... al otro lado, la condena internacional de la ONU

A un lado del muro, nos informan de que se levantó para prevenir ataques terroristas. Al otro lado, vemos que sirve para cercenar la economía palestina al impedir a los agricultores el acceso a sus huertos y a sus mercados.

A un lado del muro, la línea verde y al otro, el trazado real, muy distinto y estratégicamente dañino para los árabes que viven en Cisjordania.Hay aldeas palestinas asfixiadas por el Muro. 78 de ellas quedarán aisladas por el muro y por las carreteras, en total. 

En los dos lados del muro, hay árabes unidos a israelíes unidos a fuerzas internacionales que luchan contra el gobierno que siembra muros y que tiene una ley que impide a los judíos israelíes que pasen al otro lado, por seguridad, porque saben que si ven lo que están haciendo... no lo permitirían.

MAQLOUBEH, MAQLUBA


INGREDIENTES

Medio pollo deshuesado y cortado en tiras
Berenjena, 1 de buen tamaño
Calabacines, 2 medianos
Coliflor, media pieza
Arroz redondo*, 1 vaso o 200 grs
Agua, 7 vasos o medidas [en función del arroz]
Ajo, 2 o 3 dientes
Cebolla, 2 medianas
Canela, 1 cc
Cúrcuma, 1 cc
Ras-al-hanout, 1 cc
Sal, pimienta, aceite
Piñones

*En la receta usé un arroz basmati de grano largo, que no dio el mejor resultado posible, porque la cocción es demasiado larga para este tipo de arroces. Recomiendo usar uno de grano redondo o bajar el tiempo de cocción a no más de 15 minutos.


INSTRUCCIONES

Picamos el ajo y las cebollas y lo ponemos junto con la canela y la cúrcuma, con una pizca de sal y pimienta en una olla, a la que añadiremos el agua y llevaremos a ebullición.


Una vez el agua hierva, ponemos el pollo y lo dejamos cocer por espacio de 20 minutos a fuego bajo. Reservamos el pollo y el caldo por separado.

Aparte, cortamos el calabacín y la berenjena en rodajas no muy gruesas (medio cm) y cortamos la coliflor en pequeñas ramitas. En una sartén vamos friendo el calabacín, la berenjena y la coliflor, y lo reservamos en papel absorbente de cocina para retirar el exceso de grasa que pueda tener la verdura.

Una vez tenemos el pollo cocido por un lado, y las verduras cocinadas por otro, cogemos una olla no muy alta y ponemos por capas:

El pollo en el fondo
Las berenjenas y el calabacín
La coliflor

Hasta dejar el pollo completamente cubierto.


Echamos el arroz sacudiendo ligeramente la cazuela para que quede bien repartido, y el caldo que hemos guardado de cocer el pollo. Salpimentamos si hace falta.


Dejamos cocer de 20 a 30 minutos [según el tipo de arroz que usemos] a fuego bajo, SIN REMOVER en ningún momento el contenido de la cazuela. Como mucho, giramos suavemente la cazuela con las dos manos, pero no tocamos la comida. A falta de 5 o 10 minutos añadimos el ras-al-hanout [que aún quede líquido para que se reparta bien, pero no justo al comienzo].


Al finalizar la cocción, probamos el punto del arroz y para servirlo, ponemos un plato sobre la cazuela y le damos la vuelta para que la comida caiga en un bloque sobre el plato. El arroz quedará abajo y el pollo arriba, espolvoreamos con unos piñones ligeramente tostados.

domingo, 3 de abril de 2011

MUSAQA'A / ENTRANTE DE BERENJENAS



Ocupación no es agua. No es soldados. No es checkpoints. No es guerra, ni paz, no es un juego ni una estrategia militar, tampoco una decisión administrativa. No sólo.

OCUPACIÓN es otra cosa.

Ocupación es, sobre todo, Ahmed.

Ahmed ha madrugado mucho, se ha levantado a las 4 a.m. porque quiere cultivar el huerto de su padre, que cuenta 79 años. Ahmed y su familia viven en Qalqilya. El huerto de Ahmed está a 5 kms de su casa, pero Ahmed y su familia viven la ocupación, y por eso se levantan a las 4 a.m.

Un buen día, llegaron los soldados, las máquinas, y sembraron un muro a 2 kms de la casa de Ahmed. Y se dejaron el huerto al otro lado del muro.

Todos montan en el coche pequeño y destartalado de la familia (también va el padre de Ahmed, porque de lo contrario nunca llegarían hasta el huerto) y salen de casa. No van hacia el muro, porque el muro no tiene puerta. En su lugar, conducen durante una hora hasta la puerta más próxima, y hacen cola pacientes junto con otras muchas familias que tienen otros muchos huertos al lado del mismo muro.

Tras 3 horas interminables, a las 8:30 se presentan al oficial de guardia. Ha tenido un mal día.

Papeles, quiero papeles.


Sólo el padre de Ahmed es titular del huerto, ya que él lo compró, y transmitir esta propiedad en vida es mucho más complejo y caro de lo que se pueden permitir. El oficial decide. Sólo el padre puede atravesar el muro, la familia ha de dar media vuelta.

El padre de Ahmed sale del coche, sus 79 años caminarán ayudados por un bastón durante otras 45 minutos hasta llegar a su huerto, recogerán algunos tomates y volverán a la puerta del muro. El padre de Ahmed siempre reza para que el oficial del turno de tarde no tenga antojo de tomates ese día.

*Gracias a Teresa Aranguren por contarnos la historia de Ahmed y su familia


MUSAQA'A


Es muy común pensar que Musaqa'a y Moussaka son lo mismo, pero en realidad no hay dos cosas más diferentes. Sólo tienen en común la base de ambos platos: las berenjenas.

INGREDIENTES

Berenjenas, 800 grs
Cebolla, 1 ud de buen tamaño
Tomates, 4 uds
Zumo de tomate, 1/2 taza (el mismo jugo que sueltan al pelarlos nos sirve)
Aceite de oliva
Sal, pimienta, allspice [en su defecto, mezcla de 5 pimientas]
Guindilla picada, opcional


PREPARACIÓN

Cortar las berenjenas en lonchas de grosor medio (2-3 mm) y colocar en un cuenco con abundante sal, dejar reposar 30 minutos.

Pasado este tiempo, eliminamos el sobrante de sal y las secamos bien. Las freímos en aceite muy caliente, por tandas, hasta que se doren. Las vamos retirando a un plato con papel absorbente de cocina para eliminar el exceso de grasa. Reservamos.

Pelamos la cebolla y la cortamos en juliana, y pelamos los tomates (es de gran ayuda hacer una hendidura en forma de cruz con un cuchillo en cada tomate, y sumergirlos un minuto en agua hirviendo, la piel sale sola).


Ponemos a calentar aceite en una sartén y añadimos la cebolla, la sofreímos a fuego medio hasta que esté transparente, y añadimos ahora los tomates ya pelados y troceados, la sal, la pimienta, la mezcla de allspice y la guindilla, si la usamos.  Añadimos el jugo del tomate, o un poquito de agua si no fuera suficiente, y dejamos cocer unos minutos.

En una fuente para horno, ponemos la berenjena bien extendida, y añadimos por encima la mezcla de cebolla y tomate de la sartén. Cubrimos todo cuidadosamente con papel aluminio y horneamos a 180º durante 30 minutos. Pasado este tiempo, retiramos el papel y volvemos a poner en el horno durante 10 minutos más a la misma temperatura.

Servimos con perejil fresco y sésamo.



sábado, 19 de febrero de 2011

FASSOULIA B'ZEIT / Judías verdes con tomate

Cocer en abundante agua



Pensad en cuantas veces hemos leído esta frase. Mediterránea. Nuestra.

No hay libros de recetas que no incluyan entre sus páginas un "cocer la pasta en abundante agua" o un "hervir las patatas en una olla con agua en abundancia"

Bueno sí.

Los libros de cocina palestina.

Tengo uno, Classic Palestinian Cuisine, de Christiane Dabdoub Nasser y entre sus páginas apenas si encontré esta frase. Curioso? Puede. Casual? En absoluto.

Todos los detalles tienen un trasfondo menos inocente de lo que aparentan. Y el agua es un tema muy sensible. Hay tantos pequeños detalles relacionados con ella, -con su ausencia- que sería difícil enumerarlos.

El más visible es la respuesta a la pregunta
- ¿Cómo diferencio una casa palestina de una casa de colonos?
- Por la presencia de depósitos para acumular agua en los tejados. Hay uno sobre cada tejado palestino.

Desde que existen los Territorios Ocupados, esto es desde 1967, Israel ha ejercido una política de privación del agua al pueblo palestino. Todos tenemos en mente la escasez de agua lógica en un país enclavado en un clima desértico, con una ausencia de lluvias acuciante y muy limitados recursos hídricos.

El gobierno israelí se ha hecho con el control de una buena parte de los recursos hídricos de los Territorios Ocupados, y los cede para el uso de la población israelí, incluidos por supuesto los asentamientos ilegales. Los palestinos a veces se ven resignados a comprar a empresas israelíes el agua que fluye bajo su propio suelo.

¿Dónde está el agua?

...En el Río Jordán, que es interceptado antes de llegar a territorio palestino, el lago Tiberias.
...En los acuíferos subterráneos.

¿Cómo se distribuye?

...El 89% del agua está en manos del gobierno de Israel.
...Cada palestino dispone de 60 litros de agua por persona y día, en el mejor de los casos (hay quienes reciben 10 litros).
...La OMS recomienda que cada persona disponga de 100 litros de agua al día.
...La población israelí compensa esta cifra: consume 280 litros por persona y día.
...El 85% del agua potable en Gaza no es apta para el consumo humano, ya que está contaminada antes de llegar.

¿Como hacer que parezca legal?

...Negando el acceso a los palestinos residentes en Cisjordania al agua del Río Jordán
...Negando los permisos administrativos para la explotación de los recursos hídricos
...Negando el acceso a los principales acuíferos
...Limitando el desarrollo de estructuras ligadas al agua (canalizaciones, saneamiento...)
...Drenando progresivamente el lago Tiberias y llevando el agua a un depósito en el Río Jordán, para dar cobertura a los asentamientos del desierto de Negev y de algunas ciudades próximas.

¿Cuanto es un litro de agua? ¿Qué significan 60 litros por persona y día?

...En una ducha de 5 minutos gastamos de 75 a 125 litros de agua.
...Cada descarga del retrete necesita de 10 a 12 litros de agua.
...En fregar los platos con el grifo cerrado se van 20 litros de agua.

Por todas estas razones, nos encontramos con el hecho curioso, que no casual, de que en Palestina la verdura no se cuece en abundante agua sino que se prepara así.



FASSOULIA B'ZEIT [JUDÍAS VERDES CON TOMATE]

Judías verdes frescas, 1 kg
Cebolleta, 1-2 piezas (120-150 grs)
Ajo, 2 dientes
Aceite de oliva, 1/4 taza
Tomates frescos, 4 piezas medianas
Sal, 2 cc
Pimienta, 1 cc
Zumo de tomate, 1/2 taza (opcional)
Perejil picado, 1/2 taza



PREPARACIÓN

Se limpian las judías y se retiran las puntas duras y las hebras laterales. Se cortan. Se limpian y pican las cebollas y el ajo.

En una sartén honda ponemos a calentar el aceite y sofreímos la cebolla durante unos 3 minutos. Pasado este tiempo, añadimos el ajo y sofreímos el conjunto con cuidado de no quemarlo.

Añadimos ahora las judías, y las mezclamos bien para que queden cubiertas de una fina película de aceite, incorporamos la sal y las especias y cocinamos el conjunto tapado y a fuego bajo durante 10 minutos. Si es necesario, se puede añadir 1/2 taza de agua (podemos usar algo menos de aceite y añadir agua en este momento).

Mientras tanto, pelar los tomates y picarlos en cubos, que incorporaremos a la sartén al cabo de estos 10 minutos. Una vez añadidos, cocinamos todo unos 20-30 minutos. Si los tomates han soltado poco jugo, añadimos el zumo de tomate para compensarlo y rectificaremos la sal.

sábado, 8 de enero de 2011

SHORABET ADASS B'SILIK / Sopa de lentejas y acelgas - El diablo está en los detalles II




El diablo está en los detalles
Meir Margalit


...Identidad. Las banderas palestinas son ilegales. 

...PuertasEn Nablus, las puertas de las casas son de metal. Los soldados las han tirado tantas veces que al menos, no se rompen y se pueden recolocar en su sitio.

...Seguridad. En Jerusalén, algunos colegiales judíos van al colegio acompañados por agentes de seguridad. Pagados con los impuestos de todos los habitantes de Jerusalén. Esto incluye a los palestinos residentes en la Ciudad Vieja.


...Urbanismo. En Hebrón, el centro comunitario HEB2 está rodeado de colonos. Hasta el punto de que no hay acceso al mismo salvo de una sola dirección, el resto son accesos exclusivos para judíos. Los vecinos palestinos de HEB2 abren los patios de sus casas para crear una ruta de acceso alternativa a través de ellos. Se puede caminar de un patio a otro como si fueran calles, y así, se llega a los sitios.

...Guns'n'Moses. Es el texto de una camiseta, a la venta en Jerusalén.Y por supuesto, se vende.

...Postales. No existen postales que no tengan bonitas fotos de los lugares simbólicos de Jerusalén. No hay postales de Nablus. No hay postales de Huwwara. No hay postales de Dheisheh.

...Religión. Es más fácil que los soldados piensen que eres cristiano o palestino, porque no entienden que no creas en nada.





INGREDIENTES

Acelgas, 400 gr
Lentejas, 250 gr
Cebolla, 1 unidad
Aceite
Sal y pimienta, al gusto
Rodajitas de limón

PREPARACIÓN

Lavar y cocer las lentejas en agua con sal hasta que estén tiernas. El tiempo dependerá del tipo de lenteja (tradicional o de cocción rápida) y de si usamos una olla convencional o una rápida.

Limpiar las acelgas y separar las hojas de las pencas. Para esta receta sólo usaremos las hojas, que coceremos en agua hirviendo con sal 5 minutos.

Cuando las lentejas estén listas, separaremos un buen puñado en un bol, y el resto las metemos en un robot de cocina junto con el caldo de cocción. Las trituramos hasta que quede una sopa muy fina, añadir un poco de agua si fuera necesario.

En una sartén, sofreímos la cebolla en aceite de oliva y cuando esté tierna, la añadimos a la sopa. Llevamos todo a ebullición y al comenzar el hervor, ponemos dentro las hojas de acelga y cocemos todo junto unos 10 minutos a fuego medio. Salpimentamos.

Se sirve con las lentejas que teníamos reservadas y las rodajitas de limón, que le dan un sabor realmente especial, no aconsejo que se prescinda de ellas.


Receta participante en el evento "Hecho en mi cocina". La anfitriona este mes es Nikë Samo desde su blog Cocina con ängel

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